05 noviembre 2008

El primer instante

Raúl se hace eco de la noticia, la muerte de nuestro profesor Francisco Pastor, en sus Consejos de Esculapio, Rafa estuvo en el funeral y yo lo he sabido esta mañana, en el Centro de Parada del Molino. Cuando María Jesús, la enfermera, lo comentó, me sorprendí. Sabía que estaba enfermo, pero no que fuese tan cercano el final, tan cercano como para ya haberse producido en este noviembre de atestados cementerios. No tardé en sustituir la sorpresa por el recuerdo nítido de la primera tarde en la Facultad, aquel lunes de octubre en que estábamos todos convocados a una clase de Ontogenia y Filogenia. Recordé a Pastor sobre la mesa, emulando a un ripidisto, o con La Biblia entre sus manos para referirse al Génesis, o indicando desde la primera fila de asientos la trayectoria de una arteria que en el encerado no había quedado del todo bien situada: cada cosa en su sitio, como buen anatomista. Con el recuerdo de Pastor nos recordé un poco a todos en aquellos exámenes orales (o "pruebas de valoración autocrítica" si se salían de las fechas oficiales), cuando sobre la mesa nos esperaban vértebras que manipular e identificar y él solía echar una buena mano en la ardua tarea si afloraban los nervios. Recordé a mis compañeros y amigos residentes que andan por ahí, silenciosos todavía: Inma y sus guardias vallisoletanas que a menudo coinciden con las mías; la nutrida presencia en Salamanca (Sonia, Juan, Rafa); Mercedes en León y Jorge en Tenerife; Sole y Rober, corresponsales en Madrid; Raúl, allá en Cataluña. Recordé con Pastor nuestro primer instante. Descanse en Paz.
Tomás

18 septiembre 2008

La visita

Creo que todos, muchísimas los R2 y bastantes los R1, podríamos comentar vivencias y experiencias de nuestro incipiente ejercicio profesional, en el que el aprendizaje adquiere cada día una dimensión humanista más profunda. Como mis compañeros/as no parecen soltarse al ruedo de contarlas, hasta ahora, me animo a trazar someramente lo que me hace sentir una de las tareas más apasionantes, la visita del médico al domicilio del paciente, a su verdadero ambiente, donde padece cada hora la enfermedad. La llamada al centro de salud para dar el aviso presupone una situación de impedimento, por edad, por encontrarse encamado, en el mismo lecho del dolor. No en vano, la sabia etimología nos define como "los que estamos junto al que yace". La enfermedad se ha agravado y el paciente no puede desplazarse. El médico acude a su casa, y sólo conocer las características de la vivienda, del entorno social y familiar, las condiciones de vida, le revela causas y le orienta hacia actitudes a seguir. El médico se explica y se planifica al hallar al paciente en su ambiente natural. La asistencia se desarrolla en las condiciones más sencillas, con la ayuda del maletín y la agudización del ingenio, recurriendo a lo mínimo en la mayoría de las ocasiones, exprimiendo el efecto terapéutico de la conversación. Cada enfermo es un mundo, y cada enfermo de cada casa un reto todavía más apasionante. ¡Cómo disfruto cuando Pedro y yo vamos de visita por las casas!
Tomás

01 agosto 2008

Notas de ética médica: la finalidad del acto ¿La legalidad exime de los compromisos éticos?

Durante los años de residencia, son muchos los conflictos éticos con los que el MIR tiene que lidiar (¡No imagino la guerra durante el resto de nuestra carrera!). En esta ocasión, no he tenido que enfrentarme yo con ello, sino que ha sido un médico adjunto la que me comentaba un caso que había escuchado y que yo os traigo al blog para que sea discutido.

Se trata de una paciente embarazada que se presenta en la consulta con una curiosa "petición" (véase cómo chirrían juntas las palabras “consulta” y “petición”):

La paciente solicita una amniocentesis –ella entraría, por edad, dentro del protocolo en el que esta prueba está aprobada y financiada por el SNS. Sin embargo, apunta: “engañé a mi marido, y no sabemos si es de él, y hemos decidido –recalco: ambos progenitores- hacer una prueba de paternidad para ver si es de él o no”. Para ello solicitan una muestra de líquido amniótico para realizarla y decidir sobre el futuro de nasciturus. Aportan una solicitud del laboratorio donde se va a realizar la prueba cromosómica.

Consultados los abogados del centro, se accedió a la petición, previa firma legal de la paciente.

Yo me hago las siguientes preguntas:

1. ¿A quién pertenece legalmente el material biológico extraído?
2. ¿La finalidad de la extracción de líquido no es un impedimento de la defensa de la vida, axioma ético por excelencia del médico? O, por el contrario, ¿el estar al principio de la cadena de sucesos exime de la responsabilidad y ésta recae en la que ejecuta la última decisión?
3. ¿Hemos de responder a las peticiones de los pacientes sea cual sea la finalidad de las mismas?
4. ¿El esconderse detrás de eximentes y despenalizaciones legales nos ha hecho pasar de la “legislación médica” a los “médicos bajo/detrás de la legislación”

Raúl

31 julio 2008

Médicos vs. Ólogos

http://www.elmundo.es/suplementos/salud/2008/767/1217023205.html


El otro sábado podía leerse en el suplemento de Salud de El Mundo que se avecinan cambios en la formación MIR. Tras muchas conversaciones, divergencias y borradores parece que se va a apostar, como reclamaba el profesor Varela en sus clases de Cirugía Torácica, por los troncos comunes al inicio de los años de especialidad. Un tronco médico, otro quirúrgico y el de laboratorio, quedando fuera las de radiología, medicina nuclear, medicina física/rehabilitación, la particular pediatría... y oftalmología, secesionista donde las haya que esperemos no siga los pasos de odontología (antes estomatología). Algunas otras, como neurología o ginecología, se resisten de momento a la futura integración pero terminarán por adscribirse a un tronco. ¿Conseguirá esta opción por la medicina más generalista fomentar la vocación a nuestra especialidad? ¿Contrarrestará las orientaciones que se perciben en nuestras facultades, tan alejadas del consultorio de Atención Primaria y tan seducidas por el Hospital? ¿Seremos más, desde el principio, los médicos convencidos que los amargados "ólogos"?
Tomás

02 julio 2008

Entre el hábitat y el zoo

Este lunes, tras las vacaciones de mi tutor, he vuelto al Centro de Salud. Por cierto, al bueno de Pedro le pilló el partido de cuartos de final contra Italia en un área de servicio entre Pisa y Florencia: optó por quitarse la camiseta de la selección y celebrar discretamente la victoria. He vuelto, decía, al terno blanco y al hábitat del médico de familia, después de un par de semanas rotando por Urgencias del Hospital. La experiencia ha sido muy buena, porque así he ganado en soltura vestido de verde y las guardias (¡extenuante la del pasado sábado!) resultan más llevaderas, pero aquello no deja de ser un espacio donde vivimos en cautividad, atados a ritmos que no son los nuestros y a protocolos de difícil explicación: verbigracia, el de la radiografía de tórax a diestro y siniestro. Por momentos, la apoteosis de la medicina defensiva, que no merece la mayúscula; en algún otro, verdadera Medicina, campo de aprendizaje rápido y práctico que llevaremos para siempre con nosotros, y podremos emplear en el día a día, ya sea en el medio hospitalario, ya en nuestro hábitat natural del consultorio de Atención Primaria.
Por Urgencias del Hospital estamos de paso. Quizá alguno de nosotros acabe trabajando allí, pues no existe aún la especialidad de Medicina de Urgencias y parece que tardará en haber residentes "urgenciólogos", pero este tránsito nuestro va a ser de los más importantes. Aunque el contexto de la atención es muy distinto al del Centro de Salud, y un box impone más que una consulta, y una enfermedad banal se diagnostica y trata (por desgracia) de manera demasiado diferente en bastantes casos, la Urgencia nos enseñará mucho, porque reproduce lo que es y será nuestro quehacer cotidiano en el Parada del Molino, La Alamedilla, etc.
En estas semanas vividas allí, en las horas de madrugada de las guardias, a menudo he pensado (y seguiré dándole vueltas) cómo se podría arreglar el desbarajuste de Urgencias. No porque esté mal organizado el servicio (que suelen ser mejorables), sino por la saturación asistencial (común en casi todos) y el burn-out de los que allí trabajan (un mal que urge, esto sí es acuciante, solucionar). Un camino habrá que emprender resueltamente, el de la educación sanitaria, siguiendo dos rutas. El de los médicos de Atención Primaria, que habrán de combatir con las razones de una constante formación y ser capaces de convencer en la relación cercana con el paciente, a menudo seducido por los métodos más modernos que le ofrece el hospital. El de los médicos de Urgencias, que habrán de intentar ofrecer la mejor asistencia sin enmendar la plana a un médico con menos medios a su alcance, y esto se puede hacer con buena predisposición y sin ceder a la tentación de desplegar toda la batería de pruebas complementarias, que casi nunca son necesarias para ofrecer la mejor asistencia.
En fin, algunas ideas para comentar, como he estado haciendo con Raúl después de haber empezado a escribirlas. Espero que él, nuestro R2 en Cataluña, publique en estos días, como tiene pensado; también Inma, la R2 de Valladolid; y Juan, y Sole, y todos los demás... ¡Hasta pronto!
Tomás

14 junio 2008

ALGORITMO DE ESPECIALIDADES


¿Que especialidad es la mas idonea para mi?

¿Que elegir al acabar el MIR?

Fijo que todos, en algun momento de la carrera nos hemos hecho estas dos preguntas o preguntas similares
Yo se que todos los que formamos este grupo de amigos, somos gente cuerda, muy trabajadores y tambien simpaticos

Para todos aquellos que en estas fechas esten empezando a preparar el MIR 2008-2009 espero que este algoritmo les ayude a elegir su especialidad, de acuerdo a su forma de ser y no se dejen llevar por la numeritis que a algunos les entran el dia de pulsar el enter.

Me llamo Rafay soy R1 de MFyC en Salamanca, aunque natural de Zamora.

11 junio 2008

Cruzando el Atlantico


Ministerio de Sanidad (Madrid) 16-Abril-2008 -> Medicina Familiar y Comunitaria, Santa Cruz de Tenerife - Zona I (Enter) Asignada!!. Nunca pense que un acto tan comun como pulsar la tecla "enter" supondria tantos cambios en mi vida, entre ellos dejar la fria meseta castellana para trasladarme a las calidas Islas Afortunadas. Despues de un mes en el que la busqueda de piso, la mudanza, hospitales, centros de salud, papeles y mas papeles han sido mi entretenimiento diario aqui estoy escribiendo una entrada en nuestro diario en el que espero sea un modo de seguir en contacto y compartir nuestras experiencias.

En la facultad cuando pasaban lista y nombraban a Tomas luego iba mi turno, aqui pasa lo mismo, despues de la presentacion de Tomas llega la mia. Me llamo Jorge y soy R1 de MFyC de la Zona I de Tenerife, zona que cubre la capital (S/C de Tenerife) y todo el area sur de la isla, en total somos 15 nuevos residentes de MFyC. La historia del salto de Alba de Tormes, de donde soy natural, a Tenerife la dejaremos para otro dia pero de momento parece que el salto fue bueno y los proximos 4 años que durara mi contrato de formacion como residente parecen prometedores, tanto en lo profesional como en lo personal.

Foto: Vista nocturna del Parque Maritimo Cesar Manrique y Auditorio de S/C de Tenerife

17 mayo 2008

En el principio fue la Facultad

Cuando un grupo de personas diverso comparte algo tan apasionante es natural que le mueva el impulso de compartirlo y es comprensible que en ocasiones encuentre dificultades para hacerlo. Salvar las distancias kilométricas (y hasta de millas marítimas) es algo que procuraremos conseguir, y es probable que lo mucho que nos une venza a lo que nos separa. Nos unió un día la Facultad de Medicina de la histórica Universidad de Salamanca, y en sus bancadas fuimos tejiendo lazos fuertes de amistad. Horas de clase y de cafetería, rotaciones hospitalarias (porque algunos no pasamos por centro de salud), viajes, partidos, cenas, largas semanas de biblioteca...

En el principio fue la Facultad y, cuando nos parece que ayer entramos, tímidos y asustados, para asistir a la primera lección de Bioquímica del profesor Battaner, mañana velaremos pacíficas armas para empezar nuestra residencia en Medicina de Familia... o para comenzar el segundo año. ¿Tan mayores somos?

No, no tanto. O eso queremos creernos. Es algo que iremos respondiendo en este camino que hoy he tenido la osadía de inaugurar. Como son amigos, lo entenderán. Ya nos conoceremos en los próximos tiempos. Muy pronto. Aprovecho y me presento: soy Tomás, uno de los que vamos a estar desde el lunes "como en Familia". Será en Zamora. Mucho gusto.